Que ya no existe ese invierno permanente que dejaste el día que decidiste marcharte y dejar todas las puertas cerradas.
Decirle que cuando escucho tu nombre pienso en ti con total normalidad
como quien asume que las guerras han de existir por algo y acaba ignorándolas,
pero a quién voy a engañar?
ni las guerras son ignorables
ni tu recuerdo se marcha.
Así que voy a dejar de mentir(me)
y voy a empezar de nuevo este poema.
y voy a empezar de nuevo este poema.